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Caso Erial

La vida a todo tren de Zaplana: televisores de 10.000 €, relojes de 20.000 y la asistenta "en negro"

Los tres responsables de la UCO de la Guardia Civil en el caso Erial detallan el nivel de vida que logró el exministro con el dinero repatriado de Luxemburgo

El fiduciario Fernando Belhot relata cómo viajaba el dinero para ocultarse al fisco

Eduardo Zaplana llega a la Ciudad de la Justicia acompañado de sus abogados. J. M. López

El expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, es ese tipo de personas que puede lucir en su muñeca un reloj de alta gama de 20.000 euros. Vivir en un piso de 240 metros cuadrados y 1,6 millones en el exclusivo barrio de Salamanca de Madrid. Y contratar en negro (a pesar de haber sido ministro de Trabajo) a una empleada de hogar a la que pagaba un salario de entre 491,89€ y 506,89 euros al mes. Y a la que despidió con un finiquito de 167,652 euros tras siete años de servicios prestados (de los que cuatro sí estuvo dada de alta). Unos detalles que se revelan en el sumario del caso Erial y que ayer volvieron a surgir durante la segunda jornada de declaración de los tres responsables de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que aún deberán comparecer hoy por tercera vez para responder a los abogados de las defensas de Francisco Grau, Carlos Gutiérrez Mondedeu y el abogado Saturnino Suanzes, que se defiende a sí mismo.

Los tres agentes de la UCO desgranaron´, entre otros asuntos, el último informe de la Guardia Civil aportado al caso Erial en 2022 que detallaba el elevado tren de vida que llevó el exministro hasta su detención el 22 de mayo de 2018. Una de las primeras operaciones de la empresa de su testaferro, Costera del Glorio, se produjo entre 2005 y 2007: un pelotazo en la exclusiva urbanización de Pozuelo de Alarcón, La Finca, ubicada en el prado de Somosaguas. En palabras de la UCO, «una plusvalía de 3,5 millones». Una operación inmobiliaria para la que, según la Guardia Civil, «Costera del Glorio nunca tuvo capital que le permitiese adquirir esa vivienda. En los cinco años siguientes no vuelve a tener ingresos. Costera no pone ningún dinero». El cash había llegado desde Luxemburgo, vía las empresas creadas por los Cotino para pagar las mordidas, tal como han reconocido los dos empresarios en el juicio.  

Pelotazo en Pozuelo

Con la «plusvalía» ganada en La Finca, gracias a Luis García Cereceda (ya fallecido), «se producen adquisiciones que analizamos una a una, como el inmueble de la calle Nuñez de Balboa (la del barrio de Salamanca de Madrid) adquirido el 15 enero de 2010 por 1,6 millones». Los agentes de la UCO confirman que «la persona que aparece como usuario y propietario de ese inmueble es Zaplana. En su agenda aparecen visitas al inmueble con Elvira Suanzes. Se produce una reforma y la adquisición de enseres que se abonan mediante pagos con cuatro cheques que emite Costera del Glorio (la empresa de su testaferro Pachano)» y que se destinan a comprar un reloj valorado en 20.000 euros (cuando le detuvieron, la Guardia Civil halló y le decomisó 31 relojes de alta gama, valorados en unos 189.000 euros) o remodelar la vivienda. 

Una reforma que se encargó de gestionar su asesor Gregorio Fideo Chico, y que alcanzó los 91.250 euros. «Otro cheque se destina a dos televisores Bang & Olufsen por 21.000 €, también gestionados por Gregorio Fideo. El día antes de la compra en la agenda personal aparece una visita de Zaplana a la tienda donde se venden los televisores», confirmaron ayer los agentes. El piso se vendió en 2018. Los muebles, que ningún colaborador de Zaplana recordaba quién los había pagado, debían trasladarse a «un piso de una tercera persona en Cartagena», según reveló Joaquín Barceló «Pachano» en una conversación grabada por la Guardia Civil. «En ese momento las hijas de Zaplana habían pagado la señal para dos inmuebles en Cartagena», apostillaron los agentes.

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