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Sanidad estudia "medidas excepcionales" para las vacantes médicas en el verano

El sistema sanitario no podrá contar con los residentes de cuarto año que terminarán su residencia en septiembre por la pandemia

El conseller considera que la situación es «más extraordinaria» que en pandemia por haber más movilidad 

Una médica de cabecera atiende a una paciente en un ambulatorio de València en una imagen de archivo. Germán Caballero

«Tendremos que tomar medidas excepcionales para cubrir las vacaciones en verano y no quedarnos sin médicos». Ese es el plan de la conselleria de Sanidad y, por eso, el departamento se encuentra elaborando un plan vacacional, según explicó el conseller Marciano Gómez el viernes, para garantizar una asistencia de "alta calidad» a la ciudadanía, aunque no quiso especificar cuáles serán las medidas extraordinarias que están barajando desde el departamento.

El principal problema es que el verano se afronta sin el respaldo de los MIR recién titulados, como ocurre cada año, que cubrían las vacaciones del resto de médicos. Este año, sin embargo, no será posible porque os residentes con especialidades de cuatro años de formación — son 606 en la Comunitat Valenciana y entre ellas está Medicina Familiar de Atención Primaria— se vieron obligados a comenzar su residencia cuatro meses más tarde por la irrupción de la pandemia en 2020 y, por eso, en vez de finalizarla en mayo, lo harán en septiembre. Hasta entonces, el Ministerio no los titulará como médicos profesionales y, por tanto, no pueden ejercer sin la tutorización de los especialistas, aunque, desde el Ejecutivo, Mónica García ha planteado una autorización «extraordinaria» para poder ejercer sin formación. Se abrió la posibilidad, pero no ha habido un posicionamiento definitivo, aunque parece ser que, finalmente, la descartará. Entra dentro de sus competencias.

La situación no es baladí. De hecho, Marciano Gómez calificó la situación de «más excepcional» que la pandemia porque la movilidad de personas es mayor que entonces, con el componente de que la Comunitat Valenciana es una autonomía muy elegida por los turistas para pasar su periodo vacacional. Se trata de un factor que dificulta aún más la situación porque Sanidad tiene que combinar «el derecho lícito y legítimo de los sanitarios a tener vacaciones» con la articulación de las plantillas, de modo que se cuente con especialistas suficientes para asegurar la asistencia. «El problema se duplica», reconoció el conseller, a la vez que aseguró estar trabajando con los «actores necesarios para poder dar cumplida solución al problema.

Una solución común, no 17

El debate no es solo autonómico, sino que su alcance es nacional porque todas las comunidades autónomas se encuentran con el mismo problema. Por eso, Gómez trasladó a la ministra Mónica García la necesidad de abordar la solución de forma equitativa «a nivel nacional» para evitar la circunstancia de que haya 17 formas de abordar el problema, una por cada autonomía, porque esto podría iniciar situaciones de «inequidad y mercadeo» de médicos en verano con una «devaluación» de la calidad asistencial.

Los médicos interesados en medicina familiar e interna conocen la experiencia de los residentes del hospital La Fe. Germán Caballero

La falta de médicos para el periodo estival se suma al déficit de 1.000 médicos que la autonomía ha registrado en los últimos cinco años. Se necesitan más médicos, es un hecho. Desde el Ministerio, se deben ampliar el número de plazas MIR y, desde la conselleria, conseguir una mayor fidelización de los residentes. Sanidad les ofrecerá contratos de entre uno y tres años, pero también tiene pendiente implantar la jornada de 35 horas para equipararse a otras once autonomías.

Una de las opciones planteadas por el Ministerio de Sanidad era adelantar el final de la formación de los residentes para poder otorgarles su título y que tuvieran la potestad de ejercer con plena autonomía. Sin embargo, desde la conselleria de Sanidad, nunca se han mostrado proclives a elegir esta opción. Lo reiteró de nuevo el conseller Marciano Gómez: «No vamos a poner en riesgo la formación de los residentes» porque «se han ganado el derecho a finalizar su especialidad tal como merecen». Esto significa que la opción del Consell no es reducir la formación de los futuros médicos en cuatro meses para solucionar un problema estructural del sistema sanitario a nivel nacional, aunque Gómez explique que «Mónica García cree que los MIR de cuarto año están capacitados para atender a los pacientes sin estar tutorizados».

En otras ocasiones, como el pasado año, el refuerzo estival se ha afrontado con la contratación de médicos recién graduados pero sin especialidad, es decir, que no se habían formado en ninguna especialidad mediante la residencia. Su contrato de tres meses los ubicó dentro de las plantillas de Atención Primaria. Por lo habitual, se les contrata como adjuntos; un hecho que muchos residentes critican por restarle valor a una especialidad que es «la puerta de entrada al sistema sanitario», ya que estos adjuntos tienen una jerarquía mayor de la de los residentes que se encuentran realizando el MIR, a pesar de tener menor formación.

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