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"Estaba temblando y en bucle repetía que no quería", tras ser violada por el hermano de su exnovio

La víctima tuvo que recibir tratamiento preventivo durante seis meses por posible contagio de VIH

La Fiscalía pide 8 años de prisión y la acusación particular 24 años por la agresión sexual, lesiones y obstrucción a la Justicia  

El acusado de violar a una joven en el portal de su domicilio en Paterna. Ignacio Cabanes

 «Yo no quería, solo quería que parara», recuerda una joven víctima de una violación presuntamente cometida por el hermano de su exnovio, del que ni siquiera es capaz de pronunciar su nombre, en el portal del domicilio del acusado, en Paterna. «Se lo dije en un tono alto, y tenía su cabeza junto a la mía, creo que sordera no tiene», remarca la agredida ante las preguntas de la defensa sobre si fue contundente en su negativa. La víctima ha tenido que soportar desde entonces supuestas presiones del entorno de su presunto agresor y tuvo que recibir tratamiento preventivo ante un posible contagio de VIH.

El juicio contra su presunto violador ha comenzado hoy en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València. El Ministerio Fiscal solicita para el acusado ocho años de prisión por un delito de abuso sexual con acceso carnal y 1.080 euros de multa por un delito leve de lesiones, así como una indemnización de 5.000 euros por los daños morales.

La acusación particular, ejercida por la letrada Victoria Bermejo, va más allá y pide penas que ascienden a los 24 años de prisión para el acusado por los delitos de agresión sexual agravada, por el abuso de confianza y el lugar en el que se produjo, un solitario portal de una finca, por el que no pasaba nadie debido a la hora y al toque de queda. Así como por un delito de lesiones en grado de tentativa por haber podido contagiar a su víctima una enfermedad de transmisión sexual como el VIH. De igual modo también contempla el delito de obstrucción a la justicia por las presiones a la víctima para que retirara la denuncia y el pago de 1.350 euros de multa por las lesiones.

En concepto de responsabilidad civil la acusación pide una indemnización de 100.000 euros dado las graves secuelas psicológicas que la víctima de la violación sufre desde ese día, llegando incluso a haber tratado de quitarse la vida.

De hecho, la víctima reconoce que se arrepiente de haber denunciado. «El dolor va a ser el mismo y desde que denuncié me han tratado como una apestada”, en referencia a los comentarios de la gente que al pasar la llamaba “sidosa” y hacían gestos simulando una violación.

Un mensaje a su víctima: "Tú calladita"

La misma noche de los hechos el acusado le envió un mensaje de whatsapp a la víctima en el que le decía: “Tú calladita”, con el claro ánimo de amedrentarla para que no denunciara lo ocurrido.

Por su parte, la defensa, ha esgrimido que la denunciante tenía una enemistad manifiesta con su cliente, por agresiones mutuas al posicionarse en favor de una amiga, tras unos supuestos episodios de malos tratos que ella no quiso denunciar. El acusado declarará en último lugar cuando haya podido escuchar todos los testimonios y las pruebas contra él. Hasta la fecha nunca ha reconocido haber tenido sexo con la denunciante, aunque las pruebas de ADN -que pretende impugnar la defensa – así lo acreditan.

Los hechos ocurrieron la noche del 15 al 16 de mayo de 2021 después de la celebración del cumpleaños de una amiga de la víctima, en un bar de Paterna. Tras pasar todo el día de fiesta, por la noche acudió el acusado, amigo de uno de los invitados y hermano del ex novio de la joven agredida. Como había “toque de queda” por la pandemia, minutos antes de las doce de la medianoche decidieron seguir la fiesta en otro lugar.

Como víctima y agresor residen por la misma zona y tenían una conversación pendiente por unos problemas que habían tenido previos (él había sido novio de una amiga de ella y la separación estaba siendo problemática), él se ofreció a acompañarla y fueron hablando hasta el portal del domicilio de el encausado.

“Puede que tuviéramos algún tipo de roce, y luego me robó un beso, pero yo quería irme”, reconoce la víctima sobre lo que pudo interpretar el acusado, pero insistiendo en que todo momento le dijo que no quería tener sexo con él. Pese a ello, según su relato, la volteó contra la pared y la violó vaginalmente, sin llegar a ser consciente en ese momento si realmente la había penetrado o no, según ha reconocido hoy en Sala. “Sentía una presión, y me quedé bloqueada, hasta que no te ves en esa situación no sabes cómo vas a responder”, confiesa la agredida, que sufrió lesiones en el codo.

Unos amigos se negaron a llevarla a comisaría

Su testimonio ha sido ratificado por varios testigos, que la vieron esa noche visiblemente afectada, llorando y con un ataque de ansiedad. Cuando les contó lo que había ocurrido una amiga dijo de acompañarña inmediatamente a la policía para que lo denunciara, pero otros dos amigos, que la llevaban en el coche trataron de rebajar lo ocurrido y tuvieron una discusión con otra amiga, vía telefónica, porque ellos querían seguir de fiesta. Así, las dejaron a ambas en una gasolinera de València y se marcharon. Cuando sus otras amigas, que habían recibido la videollamada alertando de que había sido violada, se desplazaron allí, la víctima «estaba temblando y en bucle repetía que no quería». «Desde ese día no ha vuelto a ser la misma. Era una persona muy alegre y esa alegría se le ha ido», remarca una de estas testigos.

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